La reunión que nunca llega o la fábula del escorpión y la rana


La fábula del escorpión y la rana se le atribuye a Esopo. En ella un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendole no hacerle ningun daño. La rana accede subiéndole a sus espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula ¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos, ante lo que el escorpión se disculpa "no he tenido elección, es mi naturaleza". En algo así parece que va a convertirse el culebrón entre los actuales dueños del club y el grupo que pretente hacerse cargo de éste.

El CB Murcia ahora mismo está en tierra de nadie. El dueño actual es Polaris y a Polaris la única solución razonable que le queda es vender/ceder sus derechos sobre el club al proyecto de Murcia que esté interesado en entrar. Pero Polaris se hace el loco. No sabe, no contesta, no está disponible para reunirse para hablar sobre el tema. Y el día 15 de junio es el último para inscribir equipos. ¿Cómo se explica todo esto?.

Veamos. Si Polaris vende la plaza fuera de Murcia, pongamos por caso a Zaragoza, recuperaría el canon de la ACB (1,4 millones creo que era) más el posible dinero que le diera el comprador por la plaza. No creo que el comprador, sea quien sea, esté en condiciones de dar mucho dinero por la plaza en sí, ya que ésta lleva como 'regalo' una deuda contraída por los actuales gestores cercana al millón de euros. Es decir, que para empezar a hablar quien compre la plaza tendría que poner 2,4 millones antes de empezar a hacer su propio presupuesto. Vamos, que no creo que sea viable vender el equipo por más del simbólico euro por el que lo compraron. Mucho dinero tendría que tener el comprador para meterse en ese dineral sólo para disponer de la plaza.

Pero la otra parte de vender fuera de Murcia es el escándalo que se iba a montar. Me refiero a la pérdida de imagen para Polaris (que ya la tiene bastante deteriorada por motivos varios, algunos relacionados con el baloncesto) al dejar que la plaza saliera de Murcia. Eso por no hablar de los políticos de la región, que por muy sinvergüenzas que pudieran ser digo yo que algo de luces tendrán para darse cuenta del disparate que supondría dejar que esto ocurriera, incluso contando con que pese a todo tienen casi garantizada una futura victoria electoral en las municipales.

Otra opción, aún más disparatada, sería dejar morir al equipo, caso en el que me parece que no es posible recuperar el canon de la ACB, con lo cual Polaris no gana absolutamente nada y su desprestigio sería similar al del caso anterior. Idéntica situación para los políticos.

Queda una tercera opción. Hay un grupo dispuesto a entrar en el CB Murcia. Se trata de un equipo, encabezado por el murciano y ex jugador del club Pedro Fernández, que tiene un proyecto sólido, que lleva un tiempo trabajando en la sombra y que tiene apalabrados ya técnico y varios jugadores (interesantes e ilusionantes, por cierto), sólo a falta de cerrar el acuerdo económico.

Pero hay un problema. Polaris siempre tiene alguna excusa para que no tenga lugar la reunión. Al principio resultaban creíbles los retrasos, pues la agenda de alguien como Pedro García Meroño, cabeza visible de Polaris, es normal que esté muy ocupada. Pero cuando los retrasos se fueron sucediendo la cosa empezó a oler mal, y se nos antoja que todo es una estratagema comercial con el fin de intentar sacar más dinero por la venta de los derechos. Pero ya antes hemos dicho que no parece muy razonable querer sacar más de un euro por un club que lleva como carga un millón de deuda y otro millón y medio casi en concepto del nuevo canon a aportar.

De hecho, cada día que pasa se le hace más complicado al grupo de Pedro Fernández optar al proyecto, pues la presión para jugadores y técnicos apalabrados para aceptar otras ofertas es cada día mayor, y si la viabilidad deportiva del proyecto se resquebrajara demasiado el propio grupo de Fernández no sólo no estaría dispuesto a poner más dinero, sino que, al revés, tendría que plantearse recular si nos metiéramos en fechas en las que hacer un buen proyecto deportivo ya no fuera posible. En ese escenario Polaris se vería obligado muy posiblemente a comerse el proyecto y, o bien salir de nuevo en el estado calamitoso delaño pasado o bien dejar morir el club, y con ninguna de las dos opciones gana nada Polaris.

Entonces ¿Porqué García Meroño evita reunirse con sus interlocutores?. Lo único que gana retrasando la reunión es hacer daño a su potencial comprador, y si dañas a tu comprador sólo puedes conseguir que la compra se tuerza.

Vamos, visto así sólo cuadra una posibilidad, y sería algo así como la fábula del escorpión y la rana, lo que deja en muy mal lugar a Meroño y su profesionalidad, algo que no cuadra con alguien que ha sido capaz de montar un emporio desde la nada.

Comentarios

Pirrimarzon ha dicho que…
Desde la distancia, parece que la situación del club no tiene vuelta atrás. Mientras esta crisis dure, las empresas que podrían apoyar económicamente la viabilidad de un proyecto deportivo para el CB Murcia se ahogan en sus propios problemas y no tienen, lógicamente, en su pensamiento el realizar una inversión de los 2.4 millones de los que hablas.

Teniendo en cuenta que los bancos son los principales culpables de la crisis, y los que menos les está afectando, ¿crees que existiría alguna caja o algún banco en Murcia que estaría dispuesto a participar de un consorcio equipo-banco para el reflote del club, al estilo Unicaja o Cajasol?

Saludos

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