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Sólo falta Raúl

Tras revisar la lista de Pesquera para la olimpiada sólo me cabe una pequeña queja: falta Raúl López. El puesto de base es el único que parece quedarse algo cojo. Calderón es un valor seguro en defensa y penetración, un chico muy atlético, no tira mal. Su punto flaco, tal vez, sea la dirección de juego y algún problemilla con el control de balón: bota muy alto y suele tener problemas para mover bien el balón cuando le presiona el bote un buen defensor. Su presencia, no obstante, es imprescindible, plenamente complementaria con la de un base que dirija bien. Cabezas tiene un perfil parecido al de Calderón, quizá algo menos en forma que el jugador del TAU. La gran incógnita es Comas, un base que temporada y media ha pasado de jugar muy pocos minutos a ser la clave de su equipo, dejando durante toda la segunda mitad de la temporada en el banquillo a un base como Rodilla, mejorando sus números partido a partido, hasta convertirse en un gran base, con un buen tiro, buena penetración y,

Estudiantes campeón de la liga ACB

La lucha contra los elementos… arbitrales Escribo estas líneas cuando aún no se conoce el campeón oficial de la liga ACB (2-1). No obstante, para mí ya hay un campeón: Estudiantes. Los del Ramiro han sido el mejor equipo, el más rápido, ilusionado, aguerrido, cohesionado, imaginativo y hambriento de la liga ACB. Sin embargo, estamos en una sociedad movida por el dinero. A principio de liga se construyen unas plantillas de jugadores en base a los presupuestos de cada equipo. Hay equipos que poseen una dilatada trayectoria, gran historial y prestigio. Apostar a caballo ganador suele dar mejores resultados que no hacerlo. Por eso estamos rodeados de intereses creados, de trepas y pelotas por todas partes. El mundo del baloncesto no iba a ser menos. Dudo mucho que desde un despacho, ajeno a los propios equipos, se determine expresamente quién debe ganar. Sin embargo, existe una especie de ley no escrita según la cual, dentro del arbitraje llegan más lejos aquellos árbitros qu

Copa del Rey. Madrid-Barça: Los partidos duran 40 minutos

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El Barça sabía que la clave del partido pasaba por Bennett. Por eso le fue echando encima, uno tras otro, a sus mejores defensores. La idea no era sólo tratar de frenarlo, cosa difícil, sino ir castigándolo física y mentalmente. Empezó Sada, con más voluntad que acierto, pero forzando a Bennett a correr más de lo que desearía para buscar el balón, obligando al Madrid a realizar mucho pase de entrega, corriendo de un lado a otro sólo para conseguir recibir. No obstante, al final, el americano terminaba por encestar un triple o dar una buena asistencia. El Madrid adquiría una interesante ventaja en el marcador, pero a costa de hipotecarse el último cuarto. Tras unos minutos de castigadora defensa de Sada, salió a pista otro especialista en atar en corto: Nacho Rodríguez. El malagueño tuvo aún más problemas que Sada para intentar parar al gran Bennett, que llevaba la batuta madridista con firmeza y hacía de ariete con acierto. Sin embargo, la ausencia de Victoriano llevó a Lamas a ten