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Polaris mete a Cáceres en el PlayOff

72-83. Los murcianos ofrecieron un juego penoso en la segunda parte Cáceres empezó el encuentro despistado. Espósito, en su primer partido con los murcianos, encontró pronto el aro del rival. Cuando los extremeños consiguieron secar a Espósito se le apagaron las ideas a todos sus compañeros y al banquillo, incapaz de reaccionar, para terminar totalmente perdido e incapaz de ofrecer la más mínima resistencia su rival. Las dos primeras canastas del partido las logró Espósito, desde los 6’25 y con un tiro en suspensión. Ello parecía presagiar la tan ansiada mejora en el juego exterior de Polaris World. No sería más que un espejismo, que duraría toda la primera parte. Cáceres 2016 empezó haciendo defensas alternativas. A los 5 minutos de partido el marcador reflejaba un 10 a 5 a favor de Polaris, que seguiría ampliando su ventaja gracias al acierto anotador de Espósito y de la buena conexión entre Turner y Cuthrell, que anotaría 10 puntos en este primer cuarto, merced a los pases de canast

Asimilación desde el armario

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No había caído en ello hasta ahora, pero al igual que está poniéndose de moda el jugador extranjero asimilado mediante una boda express el día antes del partido, digo yo que algo así podrían empezar a hacer ahora con la nueva ley que permite bodas entre personas del mismo sexo. Sé que suena rocambolesco, pero aquí el que no corre vuela en busca de la trampa para la ley recién hecha. Levantaba la liebre hector16 en el foro del CB Murcia en ACB.com. Puede sonar a cachondeo, pero no es más que otro resquicio legal por el que poder colar una licencia de jugador nacional. No sería descabellado que, dentro de poco, empiecen a casarse entre sí los propios compañeros de equipo, uno extranjero y otro español. E incluso que entren en el juego el propio entrenador y, por qué no, el dichoso agente del jugador ansioso por colocarlo. En el peor de los casos, como también se está reformando la ley del divorcio para fomentar los divorcios rápidos, pues sin problemas: boda en septiembre, juegas la l

Polaris - Cáceres. Cáceres busca asegurar los “playoffs”

Polaris no se juega nada y sólo aspira a acoplar cuanto antes a Espósito La única trascendencia que ofrece este partido para los locales es tratar de que su rutilante fichaje, el escolta internacional italiano Espósito , se adapte cuanto antes a los sistemas del equipo. Por el contrario, Cáceres debe ganar este encuentro para garantizarse la última plaza en las eliminatorias por el ascenso a la ACB. Si Cáceres no consigue vencer a Polaris y Los Barrios gana sería este último equipo el clasificado en 8ª posición. Por ello, el partido se presenta como una final para los cacereños. Mientras los jugadores se disputan el pase a la siguiente fase en la pista, en el banquillo los transistores jugarán también sus bazas. De no ser por la presencia de ex jugador de los Toronto Raptors Vincenzo Espósito , poco interés despertaría este partido para el público local. En este encuentro deberán ajustarse los engranajes de un equipo que, en sólo 10 días, ha cambiado de entrenador y conseg

Las edades de Il Diabolo

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Bueno, se confirma el fichaje de Espósito , que estará ya para este viernes, último partido antes de los play off. Uno entiende que entre diversas fuentes existan pequeñas discrepancias en la altura de un jugador: Puede variar ligeramente la medición de un día a otro No todos los aparatos de medida son iguales Si lleva o no zapatillas Los jugadores pueden crecer algo a los 18 años (edad en que se les suele hacer la ficha con los profesionales) Los cm. que se añaden ellos mismos para parecer más altos. Sin embargo, no es complicado comprobar el dato en cualquier ficha técnica del jugador y ver que, si nació el 1 de marzo de 1969, ahora hace casi dos meses que cumplió 36. No entiendo porqué tanta dispersión de fechas con la edad de Espósito. Así, de memoria, he visto estos días: Cadena Ser: dijeron ayer que tenía 37 Marca y la propia web del CB Murci a: 35 Diario Línea de hoy: 34 De hecho, casi son más los medios que dan una edad errónea que la real. ¿Tan difí

Chete Pazo. Más de lo mismo

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Dice Chete Pazo que no va a cambiar gran cosa en el CB Murcia, que va a reutilizar casi todo el trabajo que dejó Déniz. Así lo manifiesta en La Verdad de hoy . Esto tiene dos lecturas, una buena y otra mala. La buena es que ante el marrón que le ha caído hace lo más inteligente dadas las circunstancias. Puesto que no tiene tiempo para cambiar cuestiones de fondo mantiene lo que hizo Déniz y sigue su línea, que será lo más rentable a u nos días vista del play-off. Hubiera sido descabellado, por bueno que fuera Chete, que no lo sé, querer hacer cambios radicales en dos semanas. Los que conocemos siquiera un poquitín de esto sabemos que no se puede hacer ese cambio en tan poco tiempo. La mala lectura de esto tiene que ver con la directiva. Es decir, entonces ¿para qué echar a Déniz?. Si el nuevo entrenador va a intentar seguir el trabajo de Déniz lo mejor posible, entonces lo mejor sería que fuera el propio Déniz quien continuara su propio trabajo, pues nadie mejor que él lo conoce ¿no?.

La cabeza de Iván Déniz

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Iván Déniz vino al CB Murcia sin experiencia como primer entrenador de un equipo profesional. Un tío joven, 31 años, que busca dar el salto y dejar de ser el segundo de a bordo de otro. Ya se sabe: ganas, inexperiencia... El resultado que dió fue poco más o menos lo esperado: unas de cal y otras de arena. Lo lógico dada su inexperiencia, juventud y capacitación. Además, se encontró con una plantilla con un buen nivel, pero no precisamente la mejor de la categoría. En definitiva, obtuvo los resultados que cabía esperar dadas las circunstancias. No tengo claro si lo ficharon al él porque nadie contrastado quiso venir o si realmente pensaban apostar por él. El caso es que desde el principio se especuló con una posible destitución. Hasta se ficharon otros dos técnicos más en lugar de dos buenos jugadores, que es lo que hacía falta. Parecía que, a falta de un superclase en el banquillo, buscaran sumar por la vía de la cantidad: seis ojos ven más que cuatro, y diez ya ni te digo... El caso e