Polaris. Balance de la primera vuelta III. Los bases

Los bases eran el puesto que, a priori, más dudas suscitaba. Se tardó mucho tiempo en cerrar la contratación. Al última hora vino Llompart, cedido del Pamesa, y se le renovó a Sala.

Sus avales:
  • Sala. la temporada pasada, mientras Déniz estuvo en el banquillo, hizo actuaciones muy destacadas, disputándole seriamente minutos a Turner. Tras el cese de Déniz su juego se diluyó y fue a menos. Pese a ello, repartió 5'5 asistencias (en base 40 min.). La temporada 03/04, en Plasencia, repartió 4'5 (base 40 min.). Su tiro de tres es bastante bueno cuando tiene buena posición de tiro (algo más de un 30 % en general).
  • Llompart. Buen director, templado, frío incluso. Buen tiro exterior. Vino cedido del Pamesa. Algunas malas lenguas rumorearon que venía con un acuerdo bajo mano para jugar 35 minutos pasara lo que pasara. Necesitaba minutos para confirmar si podía ser un base de primer nivel o si se quedaba sólo en un base aceptable.
  • Larragán. Un trotamundos con experiencia. Buen director. Vino para sustituir al cortado Llompart. El año pasado repartió 5,5 asistencias (base 40 min.) en León y tiró de tres con un 35% de acierto, para una valoración media de más de 14 (base 40 min.). El año anterior, también en León, tiró aún mejor, con un 44% e hizo una valoración de 16,4 (base 40 min.).
Los partidos confirmaron lo que muchos temían: el puesto de base no estaba a la altura del resto del equipo. El puesto de base aporta una media de 13,6 de valoración por partido, la menor del equipo.

  • Sala. Con comas apenas jugaba minutos, y cuando lo hacía jugaba en la versión más acelerada posible de Pedro Sala y, por supuesto, casi siempre lo hacía mal. Sólo cuando jugaba más de 10 minutos aportaba cosas positivas al equipo. Con la llegada de Hussein se hizo con el puesto de base titular, y lo hizo bien: sereno, con confianza, sin jugarse apenas balones suicidas, dirigiendo, corriendo. Pasó de jugar 11 a 27 minutos. Y su valoración en base 40 min. pasó de 11 a 20.
  • Llompart. Sin que fuera nefasto, su rendimiento no era el de un líder en pista de un equipo con aspiraciones de ascenso. Se despistaba fácilmente, le costaba encontrar el ritmo de partido y tomar la responsabilidad cuando el partido estaba caliente.
  • Larragán. Apenas ha tenido tiempo aún de asentar su juego, pero ya ha dado señales de ser un buen director de juego con buena mano desde el exterior.
Llompart siempre jugaba más de 30 minutos (personales o lesiones aparte), lo hiciera bien, mal o regular.

Comas no confiaba en Sala, y le sentaba al primer error, cuando el margen para Llompart era bastante más alto.

Al final, el propio Comas se fue bajando del burro y repartiendo algo más los minutos. Llompart iba a menos y Sala a más.

En la época Comas, la valoración por 40 minutos fue de 12 para Llompart y 11 para Sala, pese a la poca confianza en Sala, los escasos y acelerados minutos y sus malas actuaciones.

Larragán vino procedente del Pamesa, donde tenía un contrato temporal, precisamente para sustituir a Llompart, perteneciente a Pamesa.

Hussein le dió a Sala lo que necesitaba: minutos y confianza, y Sala respondió dirigiendo a la perfección.

Ahora el equipo corre mucho más. Sala forma un triángulo perfecto con Brown y Xavi para correr el contraataque: defensa exterior presionante, robos de balón, vertiginosos contraataques.

La pareja Sala-Larragán se perfila más ajustada que la pareja Llompart-Sala. A priori parece que el reparto de minutos será bastante equilibrado.


Los bases

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