Puertas al campo

Mi equipo es la selección nacional. Por encima del CB Murcia o del que mejor basket esté haciendo en la ACB ese año.

Ahora la ABP ha iniciado una campaña contra la presencia de extranjeros en España. Dicho así, suena a una campaña de las facciones más ultraderechistas, racistas y xenófobas que uno pueda imaginar. Vamos, de esas movilizaciones que terminan en los tribunales con una denuncia a los discriminadores y la restitución del posible daño (o pérdida de puesto de trabajo) del extranjero demandante.

Pero no, es la ABP la que pretende ir a la huelga, en plenos play-off ACB, para que les quiten extranjeros de en medio.

No me gustan los equipos plagados de extranjeros. Me cuesta identificarme con ellos e, imagino, a ellos, recién aterrizados desde vete a saber qué ciudad del mundo, les pasará lo mismo con el equipo.

Sin embargo, hay una cosa que se llama ley, incluso Constitución Española, que, aunque le pese a algunos, sigue aún en vigor.

La dichosa constitución dice:

Artículo 13.

1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente Título en los términos que establezcan los Tratados y la Ley.

Y un poquito más adelante:

Artículo 14.

Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Por tanto, el discriminar laboralmente a un extranjero por su condición de serlo vulnera no sólo los tratados internacionales sobre libre circulación de trabajadores, sino incluso la Constitución Española de 1978.

Por tanto, querer poner límites a todo ello es, como mínimo, ilegal.

Ya he dicho que no me gustan los equipos plagados de extranjeros, pero quizá lo he dicho mal. Lo que no me gustan son los equipos plagados de jugadores sin ningún tipo de arraigo con el club, la ciudad o el país, especialmente si no aportan un salto de calidad. Para ver a cuatro tuercebotas en una cancha no necesito irme a la ACB, para eso me voy al patio de colegio de mi pueblo y me sobra, que además es gratis.

¿Acaso a alguien le puede parecer mal que los equipos españoles fichen a Macijauskas, Rakocevic, Lou Roe, Bell, Scola, Bullock, Bodiroga?

Me refiero también a esos jugadores eternos en sus equipos, tan queridos o más que los nacionales de turno (Estudiantes ha hecho siempre buenas prácticas con sus extranjeros. ¿Se acuerdan de Pinone?).

El problema, al final, es que somos algo tonticos, preferimos (afición, técnicos y directivos) tener en la LEB a gente como Sergio Sánchez o Ricardo Guillén y fichar en su lugar a extranjeros con algún tipo de pasaporte comunitario pero pocas aptitudes baloncestísticas.

Y ello simplemente porque los españoles sentimos cierta fascinación por el jugador extranjero frente al nacional, justo lo contrario que suele ocurrir con los puestos de trabajo poco cualificados, para los que ser negro y pobre ya es un motivo de rechazo. Justo al reves para el basket: si eres negro y de dos metros ya tienes buena parte del trabajo hecho para que te fiche algún equipo.

No se pueden poner puertas al campo. La libre circulación de trabajadores no tiene marcha atrás, salvo que algún totalitarismo hitleriano o así se imponga. Y más nos valdrá que eso no ocurra, pues entonces poco nos importaría el baloncesto.

Si lo que quieren es defender al jugador nacional tienen que invertir en formación y en educación de todos, para que se pierda la fascinación por el negro grandote y para fichar (y dar minutos a un jugador) se valore la calidad de éste y no su pasaporte o color de piel, para que en igualdad de condiciones, se le de minutos al jugador nacional joven, pero inexperto, antes que al más que experto, pero tarugo, de importación.

Parece que los entrenadores y directivos se sienten más cómodos manejando extranjeros, pues es más fácil echarles las culpas y rescindirles los contratos.

En el fondo, me temo, el problema está más en que los jugadores de la ABP saben que si se limita el número de plazas de extranjeros la cotización de la ficha del jugador nacional se dispara y, por tanto, ellos cobrarán más dinero.

Ahhh, el dinero, al final tenía que salir. Pues sí, me temo que es eso. El dinero que quieren ganar.

Si de verdad les parece una lucha desleal la del extranjero pues que vayan a muerte y no permitan ninguno. Y cuando digo extranjeros digo extranjeros de cualquier tipo: UE, nacionalizados, asimilados, doble nacionalidad.

A ver si las canchas se iban a poner como ahora y los jugadores nacionales son de competitivos como lo son ahora. Les recuerdo que cuando no teníamos extranjeros en la liga nuestra selección nacional era una banda (con perdón) cuando salía por ahí. ¿Entonces?

¿Cómo? ¿Que sería ilegal prohibirles jugar?.

Demonio, eso es lo que estaba yo diciendo.

Comentarios

Roberto Iza Valdés ha dicho que…
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