Días de insomnio
Jamás pensé que se pudiera sufrir más de lo que se había sufrido deportivamente este año para lograr la permanencia: por un punto y en el último segundo del último partido y con la respiración contenida.
Pero sí, ya estoy comprobando que se puede sufrir más, por lo extradeportivo hablo ahora. Lo de este año nos va a dejar a más de uno fundidos de tanto exprimir los nervios. Ahora sí, ahora no, ahora un 20% de probabilidades, ahora un 90%, ahora prácticamente ninguna. Pasamos del día "D" al día "H", pero aquí no llega nunca la dichosa fumata blanca.
Ahora toca esperar a los resultados de la auditoría, toda vez que parece (ya no me atrevo a afirmar nada) que todo lo demás está cerrado. Eso nos llevará lo que queda de semana, con lo que la fecha definitiva para firmar los papeles parece que nos llevaría a principios de la semana que viene, ya con el mes de julio mediado.
Me parece que la dichosa crisis que nos lleva de cabeza va a ser la que al final nos salve, pues otros años a estas alturas estaban buena parte de las plantillas perfiladas, pero ahora con la crisis los clubs andan más preocupados de cuadrar presupuestos que de hacer ofertas a los jugadores. Ofertas que normalmente van a la baja, con lo que los jugadores también esperan a ver si les llega algo mejor y, el uno por el otro, se van cerrando pocos acuerdos.
El caso es que, no sé si será por el calor o por los nervios de tanta incertidumbre, ahora me acosa el insomnio de media noche. Como tío raro y basketmaníaco que soy en lugar de contar ovejitas a mí me da por contar imaginarias canastas que voy metiendo una tras otra. Para hacerlo más rebuscado aún, últimamente suelo contar canastas que meto con bloqueos en carretón, más concretamente. Sí, lo mismo estoy algo loco, pero el caso es que me imagino saliendo del bloqueo muuuuy pegadito al bloqueo, voy subiendo los brazos al tiempo que un pase perfecto hace que el balón se acople suavemente a mis manos, paro en dos tiempos, me elevo, lanzo y... ssssfiuu!!! Canasta!!. Y así una y otra vez hasta que me quedo frito.
Lo que hay que hacer para combatir los nervios y la incertidumbre baloncestística con este dichoso CB Murcia que tanto me hace sufrir y, cada vez menos, disfrutar.
Pero sí, ya estoy comprobando que se puede sufrir más, por lo extradeportivo hablo ahora. Lo de este año nos va a dejar a más de uno fundidos de tanto exprimir los nervios. Ahora sí, ahora no, ahora un 20% de probabilidades, ahora un 90%, ahora prácticamente ninguna. Pasamos del día "D" al día "H", pero aquí no llega nunca la dichosa fumata blanca.
Ahora toca esperar a los resultados de la auditoría, toda vez que parece (ya no me atrevo a afirmar nada) que todo lo demás está cerrado. Eso nos llevará lo que queda de semana, con lo que la fecha definitiva para firmar los papeles parece que nos llevaría a principios de la semana que viene, ya con el mes de julio mediado.
Me parece que la dichosa crisis que nos lleva de cabeza va a ser la que al final nos salve, pues otros años a estas alturas estaban buena parte de las plantillas perfiladas, pero ahora con la crisis los clubs andan más preocupados de cuadrar presupuestos que de hacer ofertas a los jugadores. Ofertas que normalmente van a la baja, con lo que los jugadores también esperan a ver si les llega algo mejor y, el uno por el otro, se van cerrando pocos acuerdos.
El caso es que, no sé si será por el calor o por los nervios de tanta incertidumbre, ahora me acosa el insomnio de media noche. Como tío raro y basketmaníaco que soy en lugar de contar ovejitas a mí me da por contar imaginarias canastas que voy metiendo una tras otra. Para hacerlo más rebuscado aún, últimamente suelo contar canastas que meto con bloqueos en carretón, más concretamente. Sí, lo mismo estoy algo loco, pero el caso es que me imagino saliendo del bloqueo muuuuy pegadito al bloqueo, voy subiendo los brazos al tiempo que un pase perfecto hace que el balón se acople suavemente a mis manos, paro en dos tiempos, me elevo, lanzo y... ssssfiuu!!! Canasta!!. Y así una y otra vez hasta que me quedo frito.
Lo que hay que hacer para combatir los nervios y la incertidumbre baloncestística con este dichoso CB Murcia que tanto me hace sufrir y, cada vez menos, disfrutar.
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