A Moncho Fernández le interesa “que la gente acuda al pabellón”
Podría ser una frase hecha, o algo que dice para quedar bien, o que le han pedido que diga. El caso es que en su presentación Moncho Fernández nos dejó una frase que creo que tiene mucha miga: “El objetivo será, no sólo lo que ocurra en la cancha, sino que la gente acuda al pabellón”. Parecerá de cajón que un entrenador quiera llenar el pabellón, pero el hecho es que en los últimos cuatro años no ha sido así, pues Hussein consideraba que sus objetivos eran siempre meramente resultadistas.
Pues bien, me parece que ya era hora de que atraer a la afición se considerara un objetivo del club, pero además a través del equipo en la pista, no sólo desde los despachos, y que sacarse los abonos y las entradas no fuera una obligación per se de la afición, como decía Hussein. Las cosas no funcionan así como él decía: "mi obligación es ganar unos cuantos partidos y la de la gente venir". No, Manolo, no.
No, la gente no tiene obligación ninguna, tú tienes que conquistarla, que seducirla, con actitud pero, sobre todo, con un juego interesante en la pista, cosa que antes creo que no había. Y cuando digo interesante no digo necesariamente espectacular, digo un juego que enganche, y eso puede ser a través de un equipo que se note que se deja la piel, que se tira de cabeza a por cada balón, aunque uno a uno no sean figuras, y eso en la grada se sabe apreciar, y mucho, y con un equipo así se engancha enseguidan a los que van y estos hacen que vengan más. Si además se hace juego espectacular a mitad de campaña hay que sacar una segunda campaña de abonos para meter gente ante la demanda.
El contar con gente de Murcia también suele ayudar a enganchar a la afición, pero me temo que por aquí no están dispuestos a entrar los nuevos gestores, si bien así tendrían una oportunidad de oro de empezar a limar asperezas o desconfianzas con la afición, con algo tan sencillo como hacerle un hueco en esta plantilla a alquien que jamás debería tener que haberse ido de este club, y menos por la puerta de atrás. Hablo, como algunos ya imaginarán del gran capitán, de Xavi Sánchez, un jugador que hoy no vendría a sacar las castañas del fuego (aunque se supone que tampoco iba a hacerlo en su última temporada aquí, pero al final lo hizo y bien), pero que podría ayudar en todo: en los entrenamientos, un rato en la pista, fuera de ella, como capitán, como tercer base, como tercer escolta, como tercer alero, como relaciones públicas, como símbolo, etc. Pero bueno, me temo que no podemos esperar ni pedir a los nuevos gestores un gesto de este tipo, entre otras cosas porque dudo que tengan claro todo lo que representa alguien como Xavi en Murcia ni que sea por ese camino como pretenden sacar adelante su proyecto.
Lo que no me gusta es que vendan el fichaje de Moncho Fernández, al menos así lo he visto en algunos medios, como “un gran trabajador”. No por que no lo sea, que estoy seguro que lo es, sino porque no conozco a nadie de los banquillos, o casi nadie, que no sea un gran trabajador y, por tanto, decir eso, aunque no sea necesariamente lo que se pretente al decirlo, es una forma de menospreciar a la mayoría de entrenadores profesionales españoles. Voy conociendo ya unos cuantos y tengo claro que ni uno, ni uno de ellos es poco trabajador.
Sí me sirve que me digan que Moncho Fernández es que es bueno logrando sacar rendimiento extra a los jugadores, o que es un gran estudioso del rival, que le gusta tender trampas tácticas al contrario, o que sus equipos son precisamente eso, equipos, donde todos aportan, todos luchan, todos se compromenten y el todo suma más que las individualidades. Eso sí son rasgos diferenciadores en mayor o menor medida, al menos con respecto a los últimos precedentes que en Murcia hemos tenido.
Si de verdad Moncho está interesado en que con su trabajo la gente acuda al pabellón estamos ante una verdadera revolución, ante algo que no es ninguna tontería. Ojalá sea algo más que una frase que suena bien y sea un objetivo claro de este entrenador, más que nada porque, resultados aparte, si la gente no vuelve al pabellón ni este proyecto ni ningún otro tiene futuro alguno. Que así sea.
Sobre todo lo acontecido antes de empezarse el proyecto deportivo, la llegada de los Carabantes y los tejemanejes que condujeron a ello me temo que ya no tiene remedio. Creo que se hizo mal, bastante mal. Pero ahora no tiene remedio. Entierro ese tema de momento. Intentaré ser objetivo en el futuro y que lo malo hecho hasta ahora en los despachos, fundamentalmente por los políticos, no me predisponga negativamente a la hora de adjetivar cuando me toque hablar del CB Murcia. Para ello es fundamental que haya algo deportivo de lo que hablar, temas en los que mi margen y predisposición positiva es infinitamente mayor que con los aspectos relacionados con los señores de las corbatas y los despachos.
Ahora falta que se mueva lo deportivo, pues de momento sólo tenemos a Moncho y Moncasi, y con eso poco se puede hablar en lo deportivo.
Demos tiempo al tiempo entonces.
Pues bien, me parece que ya era hora de que atraer a la afición se considerara un objetivo del club, pero además a través del equipo en la pista, no sólo desde los despachos, y que sacarse los abonos y las entradas no fuera una obligación per se de la afición, como decía Hussein. Las cosas no funcionan así como él decía: "mi obligación es ganar unos cuantos partidos y la de la gente venir". No, Manolo, no.
No, la gente no tiene obligación ninguna, tú tienes que conquistarla, que seducirla, con actitud pero, sobre todo, con un juego interesante en la pista, cosa que antes creo que no había. Y cuando digo interesante no digo necesariamente espectacular, digo un juego que enganche, y eso puede ser a través de un equipo que se note que se deja la piel, que se tira de cabeza a por cada balón, aunque uno a uno no sean figuras, y eso en la grada se sabe apreciar, y mucho, y con un equipo así se engancha enseguidan a los que van y estos hacen que vengan más. Si además se hace juego espectacular a mitad de campaña hay que sacar una segunda campaña de abonos para meter gente ante la demanda.
El contar con gente de Murcia también suele ayudar a enganchar a la afición, pero me temo que por aquí no están dispuestos a entrar los nuevos gestores, si bien así tendrían una oportunidad de oro de empezar a limar asperezas o desconfianzas con la afición, con algo tan sencillo como hacerle un hueco en esta plantilla a alquien que jamás debería tener que haberse ido de este club, y menos por la puerta de atrás. Hablo, como algunos ya imaginarán del gran capitán, de Xavi Sánchez, un jugador que hoy no vendría a sacar las castañas del fuego (aunque se supone que tampoco iba a hacerlo en su última temporada aquí, pero al final lo hizo y bien), pero que podría ayudar en todo: en los entrenamientos, un rato en la pista, fuera de ella, como capitán, como tercer base, como tercer escolta, como tercer alero, como relaciones públicas, como símbolo, etc. Pero bueno, me temo que no podemos esperar ni pedir a los nuevos gestores un gesto de este tipo, entre otras cosas porque dudo que tengan claro todo lo que representa alguien como Xavi en Murcia ni que sea por ese camino como pretenden sacar adelante su proyecto.
Lo que no me gusta es que vendan el fichaje de Moncho Fernández, al menos así lo he visto en algunos medios, como “un gran trabajador”. No por que no lo sea, que estoy seguro que lo es, sino porque no conozco a nadie de los banquillos, o casi nadie, que no sea un gran trabajador y, por tanto, decir eso, aunque no sea necesariamente lo que se pretente al decirlo, es una forma de menospreciar a la mayoría de entrenadores profesionales españoles. Voy conociendo ya unos cuantos y tengo claro que ni uno, ni uno de ellos es poco trabajador.
Sí me sirve que me digan que Moncho Fernández es que es bueno logrando sacar rendimiento extra a los jugadores, o que es un gran estudioso del rival, que le gusta tender trampas tácticas al contrario, o que sus equipos son precisamente eso, equipos, donde todos aportan, todos luchan, todos se compromenten y el todo suma más que las individualidades. Eso sí son rasgos diferenciadores en mayor o menor medida, al menos con respecto a los últimos precedentes que en Murcia hemos tenido.
Si de verdad Moncho está interesado en que con su trabajo la gente acuda al pabellón estamos ante una verdadera revolución, ante algo que no es ninguna tontería. Ojalá sea algo más que una frase que suena bien y sea un objetivo claro de este entrenador, más que nada porque, resultados aparte, si la gente no vuelve al pabellón ni este proyecto ni ningún otro tiene futuro alguno. Que así sea.
Sobre todo lo acontecido antes de empezarse el proyecto deportivo, la llegada de los Carabantes y los tejemanejes que condujeron a ello me temo que ya no tiene remedio. Creo que se hizo mal, bastante mal. Pero ahora no tiene remedio. Entierro ese tema de momento. Intentaré ser objetivo en el futuro y que lo malo hecho hasta ahora en los despachos, fundamentalmente por los políticos, no me predisponga negativamente a la hora de adjetivar cuando me toque hablar del CB Murcia. Para ello es fundamental que haya algo deportivo de lo que hablar, temas en los que mi margen y predisposición positiva es infinitamente mayor que con los aspectos relacionados con los señores de las corbatas y los despachos.
Ahora falta que se mueva lo deportivo, pues de momento sólo tenemos a Moncho y Moncasi, y con eso poco se puede hablar en lo deportivo.
Demos tiempo al tiempo entonces.
Comentarios
En mi opinión, para llenar el pabellón, el equipo tiene que hacerse muy fuerte jugando en casa. Ganando la mitad de los partidos que juegue en su cancha, el Murcia tendrá a la afición más contenta y estará cerca de la salvación.
El otro factor fundamental -siempre según mi opinión y mi experiencia en la isla- es la lucha. Si el equipo pone siempre el sacrificio y las ganas necesarias, el público lo recompensará.
Está claro que si se hace un baloncesto atractivo la afición lo agradece, pero es difícil ser constante en ese tipo de baloncesto en una liga como la ACB.