El CB Murcia deambuló por la pista del Cajasol como pollo descabezado

La derrota por 40 puntos de desventaja en el debut de Edu Torres dificulta la transición del nuevo entrenador

La clave:
Sin rumbo.
El CB Murcia no jugó a nada durante ningún momento del partido. Edu Torres no acertó a encontrar un quinteto sólido que le permitiera optar a disputar el partido. La defensa brilló por su ausencia y el poco ataque desplegado por los murcianos se diluyó en pocos minutos, para terminar los jugadores como pollos descabezados por la pista.

El mejor:
Tariq Kirksay.
El alero del Cajasol apenas lanzó nueve veces a canasta, pese a lo que logró 16 puntos, además de 7 rebotes, 4 asistencias y 4 recuperaciones. Un partido muy completo del francés que obtuvo muchas facilidades de Powell, primero, y Scepanovic, después, para hacerse con un 30 de valoración final.
En el mundo del fútbol es un clásico el tratar de ilusionar a plantilla y afición con el dicho “a entrenador nuevo, victoria segura”, pero tácticamente el baloncesto es un deporte muchísimo más complejo, y pretender cambiar la forma de jugar de un equipo de baloncesto en sólo una semana es una misión prácticamente imposible. De ahí que en este deporte, aunque se hace con frecuencia, cambiar al entrenador sobre la marcha es una decisión muy compleja de adoptar. Pese a ello, y ni siquiera con un cambio de entrenador de por medio, se suaviza la pobrísima imagen ofrecida por un equipo que durante muchos minutos deambuló por la pista del Cajasol como un pollo descabezado.

Torres no tuvo demasiado tiempo desde su llegada a Murcia para introducir sus sistemas y preparar este partido y así es difícil introducir grandes cambios tácticos. Lo que sí pudo empezar a marcar el técnico catalán fueron los primeros apuntes en cuanto a posibles cambios de roles a partir de la configuración de su quinteto inicial. Torres optó por arrancar el partido con uno de los pocos quintetos inéditos hasta el momento: Vujanic, Delininkaitis, Powell, Moncasi y Prestes. Prestes y Delininkaitis fueron las principales novedades en el quinteto, quedándose Moss y Robles en el banco, prácticamente los únicos jugadores indiscutibles en los cincos iniciales de Moncho Fernández. Delininkaitis jugó minutos de base, Powell empezó de alero y terminó de ala-pívot, Marco apenas pisó el parqué y Xavi Sánchez no jugó ni un segundo.

No tuvo un buen arranque el patido para el CB Murcia, la defensa de Moncasi sobre Savanovic y la de Powell sobre Kirksay no eran nada buenas, lo que llevó a ambos jugadores a sumar 17 puntos entre ambos en el primer cuarto, que terminaría con un 30-19. Los jugadores del CB Murcia tenían problemas para poner en práctica los nuevos sistemas que esta semana trajo consigo Edu Torres, perdían muchos balones al realizar malos paeses e incluso chocaban entre sí en ocasiones tratando de poner en práctica algunos de estos nuevos movimientos. Dos triples consecutivos de Miso pusieron un 41-25 en el marcador e hicieron al entrenador murcianista agotar sus tiempos muertos de la primera parte para intentar poner orden en un equipo que no lograba encontrar un rumbo adecuado.

En el segundo cuarto Delininkaitis jugó unos minutos de base y Powell volvió al partido para jugar de ala-pívot tras su mala experiencia con Kirksay. Torres movía continuamente el banquillo, experimentando con diversas combinaciones de jugadores. Con Robles y Delininkaitis en las posiciones exteriores el perímetro de Cajasol vio el aro aún con más facilidad. En el tramo final de la primera parte el equipo murciano implantó una zona 3-2 para intentar que la diferencia no llegara a dispararse hasta los 20 puntos, pues a esas alturas de partido el CB Murcia no parecía capaz de aspirar a mucho más.

Finalizando el segundo cuarto el equipo estaba loco, fuera de rumbo, sin tener claro a qué jugar ni cómo, y los ajustes defensivos brillaban por su ausencia. No pintaba bien la segunda parte tras haberse dejado encajar 30 puntos en el primer cuarto y 24 en el segundo y haber anotado 19 y 16 respectivamente. Para entonces la proyección del marcador se iba a los 70 puntos anotados y más de 100 encajados. Pese a la falta de rumbo del ataque murcianista el problema fundamental seguía estando donde había estado en las 11 primeras jornadas: en la defensa. Una valoración de 67 a 18 en el descanso (128 a 26 al final) dejaba claras las sensaciones vistas sobre la pista. Pero lo peor estaba por llegar.

En la segunda mitad Edu Torres realizó más pruebas y combinaciones de jugadores, optando por salir con un quinteto en el que Powell jugaba de ala-pívot acompañando a Moss y las alas las ocupaban Delininkaitis y Scepanovic, quien no llegaba a defender los lanzamientos exteriores y perdía balones en ataque, pese a lo que jugó casi todo el tercer cuarto. La pobre defensa de Powell y Scepanovic estaba convirtiendo en internacional al alero francés Kirskay.

Como en Alicante

Hasta el último tramo del tercer cuarto no pisó la pista Marco, ya con más de 30 puntos de desventaja (74-43), mientras que Xavi Sánchez fue el único jugador del CB Murcia que no llegó a jugar. La actitud de algunos jugadores en ese cuarto recordó por momentos el lamentable partido de Alicante. No parecía que algunos de ellos se sintieran con la necesidad de ganarse el puesto de cara al resto de temporada con Edu Torres como entrenador.

Durante muchos minutos buena parte de los jugadores parecía querer hacer la guerra por su cuenta y tratar de maquilllar sus estadísticas individuales. Apenas se vio un esbozo de mejora de la actitud defensiva mediado el último cuarto, cuando la ventaja se movía en torno a los 40 puntos. Un amago nada más, pues la ventaja final se quedó precisamente en esa cifra (99-59).

Mucho trabajo pendiente para Edu Torres, al que hoy, además, se le suma a la lista de tareas el hacer ver a sus jugadores que el partido de ayer, en lugar de un mazazo más a la moral colectiva, tuvo algún tipo de lectura positiva de cara a la mejora del equipo que se supone que tendría que producirse en las próximas semanas.

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No quisiera estar ahora en el pellejo de Edu Torres. Presión creo que es poco para describir lo que se le viene encima en las próximas semanas. Les dejo una fantástica canción de Bowie, que en su día se hizo popular interpretada a dúo con Freddie Mercury, y que en 2003 Bowie interpretó junto a Gail Ann Dorsey - Under Pressure.

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