Fin de pretemporada del UCAM Murcia. Bien, pero sin euforias
El UCAM CB Murcia ha sido derrotado esta mañana por el Assignia Manresa con un marcador de 69-78. Este partido pone fin a la pretemporada del CB Murcia, en la que se han alternado las victorias y derrotas, ofreciendo habitualmente una imagen buena pero no espectacular.
Cierto es que durante esta semana, en la que los partidos contra Alicante y Manresa se saldaron con sendas derrotas, el equipo de Luis Guil ha contado con muchas bajas en el perímetro, lo que ha mermado el rendimiento de su equipo, pero cierto es también que el Manresa llegaba hoy a Murcia con dos bajas importantísimas (Gladyr y Downs) y pese a ello jugó a mejor nivel que el CB Murcia.
El partido de esta mañana comenzó con el CB Murcia moviendo bien el balón pero fallando en las culminaciones, tanto interiores como exteriores, lo que le hizo ir a remolque el resto del partido con diferencias estabilizadas entre los cinco y 10 puntos. Tuvo que ser Augustine el que anotara los seis primeros puntos del equipo murciano (6-10), lo que le dio algo de tranquilidad a los suyos para entrar en el partido.
Tuvieron muchos problemas los exteriores del UCAM Murcia para defender a Montáñez, quien hizo lo que quiso y terminó el partido con 26 puntos (17 en la primera parte). Grimau, que salía de una lesión en la rodilla, no tenía chispa. Menos aún Jasen, quien prácticamente disputaba hoy sus primeros minutos de pretemporada tras una lesión muscular. Miso ni se vistió (bueno, se vistió pero tras el calentamiento se volvió a poner la ropa de calle). Todo ello hizo que el único de los aleros llamados a jugar muchos minutos disponible fuera Barlow. Franch tuvo que jugar varios minutos con Pedro Rivero. Sergio Pérez jugó muchos minutos, al igual que Paco Solsona, quien anotó ocho puntos. Pero el que un jugador del equipo EBA jugara tantos minutos y, además, fuera uno de los máximos anotadores, no deja de ser un síntoma de que algo no iba bien en el juego exterior del CB Murcia.
Otra de las claves de la derrota del equipo murciano radicó en la imprecisión en los pases. El equipo aún está a medio construir, los pases tras finta y puerta atrás aún engañan no sólo al rival, sino también al compañero. Franch aún peca a veces de penetrar él contra todo el mundo, algo que en una liga como la ACB no es fácil de lograr con éxito cada vez si no se mira muy bien cuándo y contra quién se hace. El base catalán posee un gran físico al que, sin embargo, no termina de explotar plenamente en defensa pese a su fortaleza de piernas. No obstante, el internacional U20 logró terminar el partido con 16 puntos anotados.
El juego interior aún tiene que dar bastante más de lo que está dando. Pese a mostrar destellos muy interesantes aún peca de falta de continuidad o de imprecisión a la hora de dar el último golpe de muñeca al balón. Debería ser una de las piedras angulares del juego del UCAM Murcia este año, por eso creo que habría que esperar aún más de lo que están dando.
En defensa también es posible mejorar en intensidad, no sólo de piernas y actividad, sino también mental, pues hoy algunas canastas llegaron por importantes fallos de concentración de los jugadores.
Por parte del Manresa fue un placer poder ver jugar en el Palacio de los Deportes a Alex Hernández, murciano enrolado en las filas de Manresa. A las órdenes de Ponsarnau el base parece haber serenado su juego, ahora menos explosivo, menos revolucionado, pero al tiempo más cerebral, más pendiente de no conceder pérdidas de balón y dirigir el equipo. Hoy demostró su dominio en el juego del pick&roll colocando unas cuantas asistencias tras las continuaciones, además de penetrando y sacando buenos balones al exterior. También tuvo ocasión de anotar, hasta en tres ocasiones en penetración, cuando no lograba encontrar un buen pase o veía la posibilidad de rebasar a su defensor.
El balance de la pretemporada podríamos calificarlo como bueno, pero no tanto como para tirar cohetes. Empezó el UCAM Murcia dando buena imagen, y resultados, desde el primer momento, lo que llevó a algunos a venirse a arriba demasiado pronto y vaticinar resultados nada realistas para un recién ascendido. Todo lo que no sea aspirar a salvar la categoría dignamente creo que sería un vaticinio temerario cuando menos. A partir de ahí, cuanto antes llegaran las 12-13 victorias que garantizan la permanencia (si la liga se torna igualada puede que hagan falta incluso 14) pues mejor.
Me gusta el juego de este equipo. Alterna el juego por sistemas con el juego libre de ocupación de espacios (spacing), normalmente combinando jugadas prediseñadas con un final libre. Ello implica jugar con mucho ritmo, no sólo de piernas sino también de pase, mantener la mente lúcida en cada momento y leer continuamente las acciones de los compañeros y las reacciones del rival, jugadores continuamente buscando ocupar el lugar adecuado en la pista, mucho uso de las esquinas como pase de escape o pase extra para un tiro liberado tras una buena circulación de balón. Es el estilo Luis Guil, el que llevó la pasada temporada al ascenso a ACB, a lograr la medalla de oro en el Europeo U18, y que este año se le va impregnando poco a poco a los jugadores. Cuanto antes se ajuste la maquinaria del todo antes tirará para arriba este equipo, al que aún se le notan altibajos.
La semana que viene empieza la liga, y lo hace por todo lo alto. El equipo murciano recibe al FC Barcelona, flamante campeón de la Supercopa, con Navarro y cía ya convertido en la pesadilla del cuerpo técnico del UCAM Murcia, empezando por Xavi Sánchez, al que le toca la ingrata labor de hacer scouting al Barça y a Navarro y tratar de encontrar un punto flaco donde no lo hay.
Este texto también se publica en los blogs de La Opinión de Murcia
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