El increíble público menguante
Esto del Polaris es la monda. Ahora la principal culpa de su espantada la tenemos nosotros. "El público no responde lo suficiente" es lo que vienen a decir. ¿Cómo puede ser eso con una media de asistencia de esta temporada de 5073,5 espectadores? (cifras oficiales del club divulgadas semana a semana). Lo peor es que, desde que decidieron cerrar el chiringuito, cada vez que abren la boca resulta que la cifra media de espectadores es menor. Esto parece la película de los años 50, "El increíble hombre menguante", salvo que aquí lo que mengua no es el tamaño del hombre, sino su número, y a marchas forzadas.
Salvo partidos contra los grandes, en los que solía acudir un 25-30% más de público aproximadamente, siempre ha venido este año la misma gente, 200 arriba o abajo. Resulta curioso comproblar que las cifras oficiales que dio el club para el último partido de liga, en el que acudimos prácticamente los mismos de siempre (pese a ser viernes) eran de 3560, con diferencia la peor entrada de los dos últimos años, pues sólamente ésta y la del partido frente el Fuenlabrada, con 3.800 espectadores, supuestamente bajó de los 4000 espectadores desde que Polaris lleva el equipo en ACB.
Pero más curioso aún es que Salvador Hernández siempre hace alusión a la cifra de 3.500 espectadores cuando se queja de la poca implicación del público murciano, principal excusa del club para abandonar el barco. A ver, algo no me cuadra. ¿Cómo es posible que en el partido frente a Valladolid, en el que asistimos la media de siempre diga el club que allí estábamos 3560 personas? ¿Cómo es posible que el presidente no sepa la cifra oficial de espectadores que ellos mismos divulgan?. Bueno, sí lo sé, y vds. también.
El colmo es que en la patética entrevista que el Sr. Ibarra le hizo este pasado domingo al Sr. Sánchez Vicario, abogado de la empresa Polaris, afirmara que "Tres mil espectadores son muy pocos para la mejor liga". ¡¡Demonio!! ¿Ahora son 3000?. A este ritmo, en un par de semanas resultará que los partidos se jugaban como los entrenamientos de Hussein, a puerta cerrada a cal y canto.
Vamos, que el problema es que no era suficiente con 5000 espectadores de media ¿O eran 3500? ¿O eran 3000?. La culpa del público, claro, lógico. Nada de culpa tendrá la empresa que despojó (o eso intentó) al club que compró (por un euro) de su historia, sus colores y demás señas de identidad, despidiendo a toda la gente de la anterior etapa a saco, sin saber si tenían a alguien para ocupar sus puestos.
Ninguna culpa tuvo el club, que iba de sobrado por la vida, permitiéndose lujos como ser el único equipo de élite que negó entradas para la fiesta de los universitarios (aunque tuvo que recular al verse en los papeles), o mandar a su gerente-agente a la grada a decirle a los espectadores qué pancarta podía o no podía exhibir, o decirle a los periodistas lo que deben o no deben escribir, o permitir a su entrenador levantar de la grada a algunos que religiosamente asistíamos libremente a los entrenamientos todas las pretemporadas de la historia de este club (el CB Murcia, digo), cosa que no hizo jamás ni uno sólo de los entrenadores que pasaron por esa pista o la del Príncipe de Asturias (Coello, Monsalve, Oleart, Paco García, Ventura Vidal, Clifford Luyk, Pepe Rodríguez, etc) y menos con esas formas.
Tampoco tendrá culpa que el juego del equipo en la era Hussein sea más bien feote para el gran público, o que el equipo hiciera el ridículo una vez sí y otra también en prácticamente todos sus desplazamientos de las dos últimas temporadas. Imagino que el no hacer una sola campaña de abonados en condiciones tampoco habrá influido.
Hubo una época, hace unos cuantos años, en la que el pabellón prácticamente se llenaba semana tras semana, y eso que por entonces eran muchos menos los habitantes de la ciudad de Murcia. ¿Cómo puede ser eso?. Muy fácil: poco a poco y dando espectáculo.
Pese a las cifras falsas que dan los señores de Polares respecto a asistencia de público, mi estimación es que el año pasado la media estaba en 3.500 espectadores y este año en 4.000. Eso significa que, sin hacer maravillas el equipo este año, simplemente manteníendose en ACB, ha aumentado un 15% el nivel de asistencia. A ese ritmo el pabellón estaría lleno dentro de cuatro años o así. Eso sin hacer maravillas. Con un equipo y una gestión que no echara para atrás a la gente en dos años estaría lleno.
Me temo que todo esto de las cifras es un camelo esgrimido simplemente como justificante para terminar de darnos la puntilla. Creo que el verdadero problema para Polaris está en que se ha encontrado con un buen montón de casas por vender y ha paralizado todas sus construcciones. Es decir, que ahora lo que necesitan es vender casas y no que las autoridades les firmen recalificaciones de terrenos o similares. Y puesto que ya no necesitan a las autoridades para sus negocios cierran el chiringuito del baloncesto, que cogieron poco menos que presionados como, imagino, medio para que les resultara 'más fácil' entrar en unos cuantos proyectos urbanísticos en los que las autoridades políticas tenían algo que decir (además de ir colocándose como altos ejecutivos de la empresa del ladrillo). Ahora mantener el baloncesto es un gasto que no se justifica sólo en publicidad, que es lo que les queda tras no necesitar firmas de políticos para sus negocios, así que sueltan lastre.
Anda que como traten a sus clientes de los resorts igual que a su afición van a vender muchas casas...
Me quedo con una frase del propio señor abogado Sánchez Vicario en esa 'impagable' entrevista: "Todos los tontos le echan la culpa a los demás". Aplíquense el cuento, señores de Polaris.
Salvo partidos contra los grandes, en los que solía acudir un 25-30% más de público aproximadamente, siempre ha venido este año la misma gente, 200 arriba o abajo. Resulta curioso comproblar que las cifras oficiales que dio el club para el último partido de liga, en el que acudimos prácticamente los mismos de siempre (pese a ser viernes) eran de 3560, con diferencia la peor entrada de los dos últimos años, pues sólamente ésta y la del partido frente el Fuenlabrada, con 3.800 espectadores, supuestamente bajó de los 4000 espectadores desde que Polaris lleva el equipo en ACB.
Pero más curioso aún es que Salvador Hernández siempre hace alusión a la cifra de 3.500 espectadores cuando se queja de la poca implicación del público murciano, principal excusa del club para abandonar el barco. A ver, algo no me cuadra. ¿Cómo es posible que en el partido frente a Valladolid, en el que asistimos la media de siempre diga el club que allí estábamos 3560 personas? ¿Cómo es posible que el presidente no sepa la cifra oficial de espectadores que ellos mismos divulgan?. Bueno, sí lo sé, y vds. también.
El colmo es que en la patética entrevista que el Sr. Ibarra le hizo este pasado domingo al Sr. Sánchez Vicario, abogado de la empresa Polaris, afirmara que "Tres mil espectadores son muy pocos para la mejor liga". ¡¡Demonio!! ¿Ahora son 3000?. A este ritmo, en un par de semanas resultará que los partidos se jugaban como los entrenamientos de Hussein, a puerta cerrada a cal y canto.
Vamos, que el problema es que no era suficiente con 5000 espectadores de media ¿O eran 3500? ¿O eran 3000?. La culpa del público, claro, lógico. Nada de culpa tendrá la empresa que despojó (o eso intentó) al club que compró (por un euro) de su historia, sus colores y demás señas de identidad, despidiendo a toda la gente de la anterior etapa a saco, sin saber si tenían a alguien para ocupar sus puestos.
Ninguna culpa tuvo el club, que iba de sobrado por la vida, permitiéndose lujos como ser el único equipo de élite que negó entradas para la fiesta de los universitarios (aunque tuvo que recular al verse en los papeles), o mandar a su gerente-agente a la grada a decirle a los espectadores qué pancarta podía o no podía exhibir, o decirle a los periodistas lo que deben o no deben escribir, o permitir a su entrenador levantar de la grada a algunos que religiosamente asistíamos libremente a los entrenamientos todas las pretemporadas de la historia de este club (el CB Murcia, digo), cosa que no hizo jamás ni uno sólo de los entrenadores que pasaron por esa pista o la del Príncipe de Asturias (Coello, Monsalve, Oleart, Paco García, Ventura Vidal, Clifford Luyk, Pepe Rodríguez, etc) y menos con esas formas.
Tampoco tendrá culpa que el juego del equipo en la era Hussein sea más bien feote para el gran público, o que el equipo hiciera el ridículo una vez sí y otra también en prácticamente todos sus desplazamientos de las dos últimas temporadas. Imagino que el no hacer una sola campaña de abonados en condiciones tampoco habrá influido.
Hubo una época, hace unos cuantos años, en la que el pabellón prácticamente se llenaba semana tras semana, y eso que por entonces eran muchos menos los habitantes de la ciudad de Murcia. ¿Cómo puede ser eso?. Muy fácil: poco a poco y dando espectáculo.
Pese a las cifras falsas que dan los señores de Polares respecto a asistencia de público, mi estimación es que el año pasado la media estaba en 3.500 espectadores y este año en 4.000. Eso significa que, sin hacer maravillas el equipo este año, simplemente manteníendose en ACB, ha aumentado un 15% el nivel de asistencia. A ese ritmo el pabellón estaría lleno dentro de cuatro años o así. Eso sin hacer maravillas. Con un equipo y una gestión que no echara para atrás a la gente en dos años estaría lleno.
Me temo que todo esto de las cifras es un camelo esgrimido simplemente como justificante para terminar de darnos la puntilla. Creo que el verdadero problema para Polaris está en que se ha encontrado con un buen montón de casas por vender y ha paralizado todas sus construcciones. Es decir, que ahora lo que necesitan es vender casas y no que las autoridades les firmen recalificaciones de terrenos o similares. Y puesto que ya no necesitan a las autoridades para sus negocios cierran el chiringuito del baloncesto, que cogieron poco menos que presionados como, imagino, medio para que les resultara 'más fácil' entrar en unos cuantos proyectos urbanísticos en los que las autoridades políticas tenían algo que decir (además de ir colocándose como altos ejecutivos de la empresa del ladrillo). Ahora mantener el baloncesto es un gasto que no se justifica sólo en publicidad, que es lo que les queda tras no necesitar firmas de políticos para sus negocios, así que sueltan lastre.
Anda que como traten a sus clientes de los resorts igual que a su afición van a vender muchas casas...
Me quedo con una frase del propio señor abogado Sánchez Vicario en esa 'impagable' entrevista: "Todos los tontos le echan la culpa a los demás". Aplíquense el cuento, señores de Polaris.
Comentarios
En el caso de Cartagena la excusa fue la poca repercusión mediática que el fútbol sala tenía. Claro la excusa de la gente no la podían decir porque el vetusto pabellón Wesel de Guimbarda no daba para más que 2500 espectadores. Con la mejor afición de España dejaron el equipo con una mano atrás y otra delante y sólo el esfuerzo heróico de los amantes del fútbol sala y en especial de Antonio Mínguez (fundador del club) han hecho posible que no sólo se haya formado un equipo sino que hayamos mantenido la categoría.
Espero que tengáis suerte con el basket porque se lo merece. Y a todos los que forman la empresa Polaris les deseo lo peor. No merecen otra cosa.
Chau
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