El fichaje era Triguero

Cuando llegó Hussein parecía que Triguero iba a ser el damnificado, el que pagara los platos. De hecho, pasó a casi no jugar los primeros partidos. En cierto modo era lógico. Su rol en el equipo, a priori, era el menor, por ser el jugador más joven en un puesto muy bien cubierto.

Pero el jugador ha ido a más, si es que llegó a ir a menos, y se ha ganado la confianza de Hussein, que no habrá podido dejar de ver el potencial del muchacho. Tanto que fue el MVP de la final.

Triguero ('Trigueros' para algunos periodistas deportivos) habla maravillas del cuestionado Sellers. Parece que el americano saca por la boca el baloncesto que no puede sacar ya por las piernas. Si el joven Triguero aprende bastantes cosas de Sellers, y éste es capaz de jugar 15 buenos minutos cada partido, pues mira, quizá valga la pena que sea Triguero el que pase a desempeñar el rol de primer pivot y Sellers el de segundón. Aunque sus nóminas digan justo lo contrario.

Ya habrá tiempo de actualizar nóminas. Si se sacan adelante los partidos habrá valido la pena el cambio de roles.

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