Detalles sobre la calidad de la posición de bloqueo

En las últimas semanas dejé pendiente el tema de la calidad en el gesto técnico del bloqueo. La idea me vino a partir del partido del UCAM CB Murcia vs Valencia BC, pues del equipo valenciano me llama mucho la atención la calidad de los bloqueos, especialmente los que ponen Lishchuk y Doellman, aspecto al que me pareció que le valía la pena una entrada y un vídeo.

La correcta realización del gesto técnico del bloqueo es un aspecto que no sale directamente en las estadísticas ni suele ser valorado por el gran público, pero es un aspecto fundamental en el rendimiento de un equipo, especialmente en los equipos de élite de hoy en día, tan dependientes del juego de pick&roll y sin el que un buen bloqueo todo lo demás no funciona.

Lo primero debería ser explicar algunos conceptos básicos relacionados con la teoría del gesto y con el reglamento.

Se trata de un gesto donde el trabajo se hace a medias entre el bloqueador y el bloqueado, de forma que si el bloqueado no lleva correctamente a su defensor al bloqueo será complicado que éste se pueda realizar correctamente. Así, el bloqueado deberá procurar llegar al bloqueo lo más pegado posible al bloqueador y pasar hombro con hombro, tanto si se trata de un bloqueo directo como de un bloqueo indirecto. En el caso del bloqueo indirecto que la velocidad de entrada al bloqueo sea la máxima posible es también un factor fundamental. En el caso del directo la velocidad de llegada es importante, pero lo es más aún la de la continuación del bloqueador y que esta se haga en el momento adecuado, pues si lo hace demasiado pronto no habrá fijado aún al bloqueado y si lo hace demasiado tarde habrá perdido la ventaja que se produce con el bloqueo.

Dada por hecha correctamente la parte del jugador bloqueado quiero que nos centremos hoy más en el trabajo del bloqueador.

Según la ortodoxia la postura ideal para la realización del bloqueo es aquella que respeta lo que dice el reglamento al respecto del cilindro, de forma que estén los dos pies perfectamente plantados en el suelo y ambos ligeramente más abiertos que el ancho de los hombros para lograr la máxima amplitud, estabilidad y fortaleza en el momento del contacto, con las rodillas ligeramente flexionadas para lograr el mayor equilibrio posible. Lo de poner las manos en la entrepierna yo no lo tengo tan claro, pues parece hoy en día más práctico cruzar los brazos (no necesariamente en forma de X) a la altura del pecho.

Al respecto de la postura que puede adoptar un jugador en la pista sin incurrir en falta el artículo 33.2 del reglamento, relativo al principio de verticalidad indica:
"Durante el partido, cada jugador tiene derecho a ocupar cualquier posición (cilindro) en el terreno de juego que no esté ya ocupada por un adversario.
Este principio protege el espacio que ocupa el jugador en el suelo y el espacio sobre él cuando salta verticalmente desde ese lugar.
En cuanto el jugador abandona su posición vertical (cilindro) y se produce un contacto con el cuerpo con un adversario que haya establecido su propia posición vertical (cilindro), el jugador que abandonó su posición vertical (cilindro) es responsable del contacto.
No se debe penalizar al jugador defensor por saltar verticalmente (dentro de su cilindro) o por tener sus manos y brazos extendidos por encima de él dentro de su propio cilindro.
El jugador atacante, esté sobre el suelo o en el aire, no provocará ningún contacto con el jugador defensor que esté en posición legal de defensa:
 Utilizando sus brazos para crearse más espacio (empujando).
 Extendiendo sus piernas o brazos para provocar un contacto durante o justo después de un lanzamiento a canasta.
"
También es cierto que una cosa es lo que dice el reglamento y otra lo que señalan los árbitros, que es lo que al final cuenta, y esa praxis arbitral indica que en realidad un buen bloqueo ha de corregir ligeramente su posición cuando se produce el bloqueo para hacerlo así más efectivo. Una cuestión importante es cuál es el margen real que tiene el bloqueador para corregir esa postura para hacer un bloqueo que al tiempo sea al máximo de eficaz y no le sea señalada falta.

Por un lado el bloqueador ha de fijar firmemente los pies en el suelo apurando al máximo el tiempo, pues un atacante que vea con tiempo y distancia el bloqueo hará todo lo posible para evitarlo. Así, el bloqueador ha de asegurarse que coloca el bloqueo en el lugar y momento idóneos para que sea lo más efectivo posible, lo que implica que por un lado el jugador con balón acerque al máximo a su defensor y que el bloqueador corrija ligeramente su posición en dos momentos. Primero corrige ligeramente su posición justo antes del contacto para asegurarse obstaculizar al máximo el camino al defensor, apurando al máximo para dejar poco margen de reacción al defensor y que, al tiempo, los árbitros consideren que en ese momento ya tenía fija la posición. El segundo momento de corregir la posición es durante el mismo bloqueo en sí, justo tras pasar hombro con hombro el compañero bloqueado, de forma que se le cierre aún más el camino al defensor pero sin que se mueva tanto como para que se pueda considerar que cambió su posición y que estaba en movimiento en el momento del contacto y reciba falta personal.

En el video que hemos preparado se ve, entre otras acciones, una secuencia reciente, de los cuartos de final de la Copa del Rey de este año entre Real Madrid y Barça. Último minuto de partido, marcador empatado a 75. Real Madrid juega carretón (creo que para Carroll) y en el último bloqueo Felipe Reyes corrige demasiado la posición de bloqueo y recibe falta en ataque. La siguiente acción es muy similar, pero en la otra canasta, sin que en ese caso se señale falta en ataque. ¿La diferencia? Mínima. Quizá el gesto de Reyes es un poco más brusco, o el defensor gesticula más tras el impacto. El caso es que con ese ejemplo se puede ver la fina línea que separa la acción penalizada con falta y sin ella, pues en principio se trataba de dos equipos de los considerados grandes, en pista neutral y con arbitraje neutral.

Otro detalle importante a tener en cuenta es el ángulo del bloqueo. Como regla general podemos decir que el ángulo ideal del bloqueo será perfectamente perpendicular a la trayectoria de salida del jugador bloqueado. Uno de los motivos por los que es necesario corregir el ángulo de bloqueo, además de para fijar mejor al defensor, depende del cambio de plan sobre la marcha del jugador bloqueado, que en base a cómo se vea defendido puede decidir cambiar de dirección sobre la situación prevista antes del bloqueo. Así, en un indirecto puede decidir que no va a sacar ventaja suficiente y le convendrá rizar, o si el defensor duda entre perseguir o pasar por detrás puede que convenga cambiar el ángulo de bloqueo para ofrecer una pantalla que permita un tiro al compañero.

El timing de bloqueo también es fundamental, no sólo a la hora de buscar el contacto, sino a la hora de interrumpirlo y realizar la continuación, aunque eso ya entra más en cuestiones de táctica colectiva. El bloqueo debería durar, en principio, hasta el momento en el que el compañero con balón (en el caso de los directos) pase completamente por la posición de bloqueo. Pero también hay ocasiones en las que se rompe esta regla. Me refiero a que en ocasiones, por ejemplo cuando la defensa intenta anticipar el flash, puede interesar romper el bloqueo antes incluso de que se produzca éste y sorprender en una rápida continuación que permita al bloqueador recibir con ventaja sin siquiera haber llegado a realizar el bloqueo, ya se trate de un bloqueo directo (flash al jugador con balón) o indirecto (flash a la línea de pase).

Otra ocasión en la que se tiene que cambiar el ángulo de bloqueo será cuando el bloqueador vea que en la continuación pueda arrastrar al defensor del bloqueado o al suyo mismo y así crear un pasillo al compañero con balón.

Otro detalle de modificación del bloqueo, que más bien sería una segunda acción de bloqueo, ocurre en las situaciones de "repick". Si tras un primer bloqueo directo el defensor pasa por detrás el bloqueador puede girarse para realizar un nuevo bloqueo en dirección contraria al anterior, en este caso con el defensor más alejado de su defendido, cambiando el ángulo de bloqueo a uno más diagonal con el que esta vez sí dejar pinchado al defensor.

Ese ángulo, diagonal, suele ser también la mejor opción cuando se trata de bloqueos directos lejos del aro, en los que ese ángulo permite salir más fácilmente en rápida carrera al jugador con balón y con campo abierto pues así no tiene que hacer un cambio de dirección grande y aprovecha mejor la velocidad inicial que llevaba.

Un apunte final. Fíjense que en el video sólo utilizo situaciones de baloncesto de élite. Con ello quiero decir que todo aquello que indico sobre corregir posturas al borde de reglamento es lo que se hace en el baloncesto de élite. En formación creo que primero hay que intentar enseñar los bloqueos con la máxima ortodoxia posible y sólo cuando ello esté perfectamente asentado trabajar esos detalles, pues el jugador debe tener claro cuándo corrige y cuándo no corrige la posición, o podríamos estar enseñando a los jugadores a realizar incorrectamente ese gesto y que no sepan diferenciar si pasan el límite del reglamento o no y, por tanto, no ser capaces de regular el grado de riesgo que aplican a cada bloqueo, como sí puede hacer un jugador profesional (los dos siguientes bloqueos que realizó Felipe Reyes en ese partido, tras la falta del último minuto, apenas corrigió levemente la postura para no volver a recibir falta). Cuidado con eso y tengamos claro cuándo trabajamos en formación y cuándo se trata de élite. Este tipo de detalles que comento hoy son los que suelen diferenciar el salto de calidad al trabajo de élite, pero eso ha de aprenderse en su momento.

Ahí les dejo el video que he preparado al respecto:



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