Ferrán
Hoy quería dedicarle unas líneas a Ferrán López. Hace años era un base de poco físico que apuntaba maneras, incluso llegó a estar en la órbita de la selección española durante una temporada que cuajó buenos partidos. Pero desde hace años, bastantes, lo mejor que tiene Ferrán López es su representante. Sí, su representante, al que no tengo el placer de conocer, aunque sí mucho interés, pues me gustaría saber cómo ha sido capaz de colocarlo año tras año, durante más de un lustro, en équipos ACB cuando su nivel real de juego era de por lo menos un par de categorías menos. Además, es más incomprensible aún esa facilidad para colarse en la ACB cuando, pese a su pésimo rendimiento como jugador, su aportación humana era aún peor. El año pasado nos tocó sufrirlo en Murcia, como ya lo habían sufrido durante varios años atrás en Cáceres, Vitoria y Fuenlabrada, lugar donde también años atrás brindó sus mejores temporadas. Lo peor no era lo que hacía en la pista con el balón. No, lo peor era el ma