Turner. Magia negra
Cuarenta años. ¡Ahí es nada!. Un jugador normal estaría recordando batallitas y haciendo pinitos de entrenador, con una pancita cervecera considerable, y con esos malditos dolores de espalda al levantarse del sofá. Turner parece tener la mitad de esos años, pero con toda la sapiencia y el oficio del zorro viejo.
Dudas tuvimos a principio de temporada. El año pasado jugó muy bien, y en ACB, pero 40 años son 40 años, y cercano quedaba el triste precedente de Markovic, que era bastante más joven que él. ¿Podría rendir este año también?. La respuesta la deja clara en cada partido.
Parece que juega sin esfuerzo. Un balón robado por aquí, un triple por allá, una penetración con tiro en suspensión, un pase imposible… Todo ello sin casi inmutarse, como si llevara 30 años seguidos haciéndolo. Ahh, es verdad, es que lleva 30 años haciéndolo.
Donde quiera que va deja un buen recuerdo. Para muestra un botón: estuvo jugando en Zaragoza diez años atrás. Hace unas semanas, el Polaris ganó a